Descubrimos el proceso evolutivo de la Segunda Infancia, que abarca de los 3 a los 6 años. En esta etapa, en lo referido al desarrollo físico, observamos un crecimiento constante y una transformación del cuerpo y las facciones hacia una imagen más adulta. Disminuye el apetito y aparecen problemas de sueño. Además, aparece la lateralización, que da lugar a la mejora de habilidades motoras gruesas y fuerza. En lo que respecta el desarrollo cognitivo, la inteligencia pasa de ser sensorio-motriz a preoperacional, y el pensamiento se vuelve egocéntrico, aunque aumenta la comprensión de perspectivas ajenas.
En lo que respecta al desarrollo psicosocial, comienza a volverse complejo tanto el autoconcepto ocmo la comprensión de emociones. Aumenta la independencia, la iniciativa y el autocontrol. Se desarrolla la identidad de género, aunque todavía no está completamente formada y puede cambiar a lo largo de la vida. El juego se vuelve más imaginativo y social. Son comunes el altruismo, la agresión y el temor. Aunque la familia sigue siendo el agente social más importane para los niños, comienzan a relacionarse más con otros niños.
En la tercera infancia, que abarca de los 6 a los 11 años, contemplamos también cambios en distintos aspectos del desarrollo: en cuanto al desarrollo físico, observamos una ralentización en el crecimiento, una mejora de la fortaleza y de las habilidades atléticas; la salud suele ser mejor que en cualquier otro momento del ciclo vital, aunque abundan las enfermedades respiratorias.
En cuanto al desarrollo cognitivo, observamos la disminución del egocentrismo, un pensamiento más lógico y concreto (entra en la etapa de operaciones conretas según Piaget) y aumentan sus habilidades de memoria y lenguaje. Debido a sus ganancias cognitivas, se benefician de la instrucción escolar formal. Algunos niños mostrarán necesidades y fortalezas educativas especiales ya a esta edad.
El autoconcepto se vuelve más complejo y comienza a afectar a la autoestima. Los compañeros o amigos (el grupo de iguales) cobra mayor importancia cada vez, pasando a tener un papel central. La corregulación refleja el cambio progresivo del control de los padres al niño.
Esta temática me ha resultado de gran interés. Indagamos en los distintos aspectos que afectan al desarrollo de las personas, lo que creo que, como futuros profesores, ayuda a capacitarnos para tratar con nuestros futuros alumnos, sabiendo la mejor manera de colaborar con ellosy las edades a las que problemas son más comunes y más probables.
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